
Absolutamente todo se encuentra relacionado con la capacidad de oferta que, es baja, ante la gran demanda, que es alta. Lo que no se llega con el gas, se lo pide a Bolivia. Mientras otros países invierten en exploración y descubren grandes reservas, en Argentina no se invierte en buscar petróleo. Para algunos, el panorama es muy claro: Argentina, en el corto plazo, se transformará en un país importador y dependiente del petróleo, con todo lo que ello significa.
La crisis energética es un hecho, comenzó hace varios años y no hay solución a la vista.