
Para Oriente, la situación es grave, pero controlada por el momento. Para Occidente, esto llegó a tratarse hasta de un apocalipsis. Por el momento, ambas posturas son exageradas y potenciadas, pero lo cierto es que el temor más grave es saber si la fuga radiactiva afectará a o no a las regiones en conflicto.
Hasta el momento no se advirtió una sola imagen de muertos, ni tampoco escenas de pánico, pero en los medios de prensa occidentales, casi en su totalidad, fueron y son apreciaciones apocalípticas.
Habrá que aguardar minuto a minuto, pero para los japoneses el orden y la tranquilidad son elementos clave que hasta este preciso momento, han sabido respetar. Tremenda lección.