Sin embargo, Mubarak se mantiene firme y aseguró que no aceptará las presiones externas. Además, indicó: "Cumpliré con mis responsabilidades hasta que el poder se transfiera a los ciudadanos elegidos en elecciones justas y libres en septiembre. Voy a proteger la seguridad del país a pesar de esta crisis. Soy conciente que ante un error se debe cambiar. Yo como presidente rectificar los errores cometidos".
Su permanencia en el poder, la cesión de poderes al Vicepresidente y el desconocimiento sobre cómo solucionará la crisis sólo genera mayor repudio y violencia. Las presiones internacionales existen y son cada vez mayores, pero Mubarak resiste. El tema es hasta cuándo.