¿El nuevo Bin Laden? Por Sebastián Muzi

Sebastián Muzi es analista en tema internacionales en A medio Camino, por Frecuencia Zero. de manera muy didáctica y clara, aquí un análisis sobre ¿el nuevo Bin Laden? y un excelente panorama del escenario internacional que, a veces, nos cuesta entender.

Islamista por elección y autoproclamado "Emir del Cáucaso" Doku Umárov ha acaparado la prensa mundial al reconocer su responsabilidad en los crímenes de Moscú y Daguestán, y es para Rusia es lo que representa el Saudí para los Estados Unidos.

Los recientes atentados en el Metro, perpetrados por dos mujeres de sus combatientes, causaron más de 50 muertos y numerosos heridos, y abrió la cicatriz más profunda que se recuerde desde la toma de rehenes en una escuela de Beslán -de la que también fue partícipe- provocando la muerte de 171 niños.

Además, se le atribuyen el secuestro de funcionarios de la fiscalía de Chechenia en 2002, las explosiones en las sedes del Servicio Federal de Seguridad y el tren de alta velocidad Névski Express, a 350 kilómetros de la capital rusa.

Como si fuera poco, se lo acusa de "Traición a la patria" por liderar el Movimiento Separatista Checheno, que desde los ’90 exige la Independencia del Kremlin.

"Hay que castigar y ser más crueles con la escoria extremista" dijo el presidente Dimitri Medvedev.

Sin embargo, al reunirse con los dirigentes de las repúblicas del Cáucaso Norte, el mandatario pidió a los medios que no dividan a la sociedad: ¨Chechenia no es una provincia extranjera, es nuestro país, y es equivocado confundir la lucha contra los delincuentes y la vida de la gente normal¨ afirmó.

Pese a esta declaración, el insurgente ha acusado a las fuerzas especiales del FSB (la ex KGB) de haber realizado un exterminio contra habitantes chechenos, y que el atentado en el Subte simplemente fue la respuesta a esta incursión.

Con este currículo, Umárov ha hecho del terrorismo musulmán no sólo una expresión fundamentalista de la vida, sino que demuestra que sus causas pueden ser tan similares como diferentes.

Bin Laden, perteneciente a una de las familias más adineradas de Arabia Saudita (con ingresos de 5 mil millones de dólares anuales gracias a sus empresas de Construcción) y se hizo conocido con el primer atentado contra el World Trade Center en 1993.

En esa ocasión, Estados Unidos lo culpó de haberlo organizado, pero no lo persiguió para detenerlo. De hecho, lo volvió a sufrir en el mismo lugar unos años después con la caída de las ¨Twin Towers¨.

Su acción; mediática, fatal, conmovedora y sacada de una película, fue la respuesta a la traición de Estados Unidos: la CIA lo había apoyado en los ’80 para expulsar a los soviéticos de Afghanistán, pero USA invadió Irak, un estado musulmán.

 

Historia

La región del Cáucaso ha sido siempre una zona convulsionada: en los años 40, Stalin quiso disolver el nacionalismo checheno con el argumento de haber colaborado con Hitler en la 2º guerra mundial. Los deportó masivamente a Liberia,

Con la caída de la Unión Soviética, muchas repúblicas consiguieron su independencia, y Chechenia intentó seguir ese camino. Sin embargo, desde los fríos palacios de la Plaza Roja se ordenó aplastar la idea separatista.

Tras la primera guerra de 1994, Umarov (quien combatió y sobrevivió al ataque ruso) se convirtió en miembro del breve gobierno independiente checheno, asentado luego del armisticio entre las partes.

No obstante, la llegada de Putin al gobierno hizo que se reincorporara a la guerrilla cuando las fuerzas de la ex KGB dieron inicio a la segunda guerra en su República, un hecho tan parecido como el motivo de Bin Laden para atacar el suelo norteamericano.

Conexiones

Ante la pregunta de si hubo alguna relación entre ambos rebeldes, la respuesta menos comprometedora es "puede ser".

No está confirmado que Bin Laden y Umárov se conozcan, ya que ninguno se ha manifestado a favor o en contra de la causa ajena, pero el maestro de éste último, Shamil Basayev declaró una vez: "No he conocido a Bin Laden. No he recibido dinero de su parte, pero no habría declinado la oferta".

Con motivo de la lucha entre el pueblo musulmán y Rusia, voluntarios islámicos que habían sido entrenados en Afghanistán y Pakistán (bastiones de Al Qaeda) viajaron regularmente a la zona para unirse contra el enemigo.

Y como si fuera débil la prueba, en octubre de 2002, un sospechoso de ayudar a organizar los atentados del 11 de septiembre de 2001 dijo ante un tribunal alemán que uno de los secuestradores de los aviones, Mohammed Atta, quería luchar para el Cáucaso Norte.

La diferencia entre ambos, claro está, es el blanco elegido: mientras que para Osama su mira es Washington para el ¨Emir¨ es la patria de los Zares.

Dos potencias, dos enemigos. Los dos, además de compartir la "Guerra Santa", estarán pensando hoy lo mismo que Julio César: "Amo la traición, pero odio al traidor"

 
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