Lejos de aquietar la crítica situación que vive Egipto hoy, la resistencia en el poder del presidente Mubarak sólo logra reunir más egipcios y contar más muertos y heridos. Más allá del complejo escenario político internacional que vive el país africano, el único pedido de la población es la renuncia de un Primer mandatario con 30 años en el poder.
Sin embargo, no todo es sencillo. Egipto y la región no son zonas sencillas. Los gobiernos aledaños se caracterizan por perpetuarse en el poder por décadas y décadas. Estados Unidos e Israel temen que la renuncia de Mubarak ocasione un territorio bélico con los musulmanes.
En fin, mientras más se debate, más violencia se produce en cada rincón de Egipto. El Cairo es una de las ciudades más pobres del mundo, pero cada uno de sus habitantes coincide en el mismo reclamo: la renuncia de su Presidente.
Ahora temen un Golpe de Estado. ¿Será otro problema o una tardía solución?