La misiva tenía como objetivo a los obispos irlandeses que habían decidido "informar por obligación" sobre toda denuncia de abusos, algo que no cayó muy bien entre las autoridades del Vaticano.
La Justicia ahora analiza si la carta podría servir como prueba en los juicios que las víctimas han iniciado en Italia y Estados Unidos, señala RTE.
La respuesta del Vaticano fue que "esa era la visión de un departamento en particular, la Congregación para el Clero". Expertos opinan que la carta no tendrá mayor incidencia porque no se detalla una orden sino sólo una opinión de un miembro de a Iglesia.