Los medios de comunicación informaron con énfasis que la radiación nuclear viajó y arribó a la ciudad más famosa del mundo como es la neoyorquina, pero la realidad indica que sólo se detectó una leve cantidad de radiación, por el momento inofensiva para los seres humanos.
Igualmente, la noticia ya fue publicada y el objetivo logrado: susto, temor, rating y audiencia. Mientras tanto, la realidad sólo la viven los japoneses.