Luego de la caída de Mubarak, un mes antes Túnez también celebraba la caída de Ben Alí luego de casi 25 años al frente del poder. En Arabia Saudita también ocurre lo mismo y en Jordania, su presidente debió prometer reformas para no sufrir una manifestación masiva como la ocurrida en Egipto. Argelia, el último de la lista, acaba de sufrir gran cantidad de heridos durante una marcha contra el régimen reinante. Y en Libia, hoy mismo se programó una manifestación contra Kadafi.
Todo Medio Oriente se encuentra en una eterna predisposición al conflicto. Las tensiones dentro de cada país y entre ellos es una bomba de tiempo. Sea más o sea menos, esta región con el Dios que a cada uno le parezca, no tiene paz.