Por lo pronto, pocos hubieran pensado que Néstor Kirchner metería mano en uno de sus principales hombres y modificaría uno de los puntos de conflicto más pesados: la Policía.
La decisión oficial de reemplazar a la cúpula policial responde a la asunción de la nueva Ministra de Seguridad, Nilda Garré, quien ni bien asumió ejecutó cambios. Esos cambios, pese a que no se exponen en los medios, tienen que ver por ejemplo con la reacción en los conflictos de Villa Soldati, en los negocios que se regentean en la Ciudad y en gran parte de Buenos Aires y ahora, con la firme decisión -polémica- de que en las manifestaciones los policías no podrán portar armas de fuego.
Estos cambios son decisiones de la presidenta Cristina Kirchner, y no son simples modificaciones en las esferas del poder.
Algo está cambiando... y se espera el pase de factura. Tarde o temprano, estas decisiones tienen su precio.