Y en un marco de reiterados casos de abusos y pedofilia por parte de los representantes de la Iglesia, el Presidente de Brasil hizo lo que pocos hacen: responder con claridad y sinceridad. El Mandatario aseveró que "el Papa no dijo nada nuevo al exhortar a los obispos brasileños a tener una posición firme contra el aborto" y añadió que "no vi ninguna novedad en la declaración del Papa. Si vemos lo que la Iglesia Católica decía hace 2.000 años, decía exactamente lo que el Papa dijo", afirmó sobre el aborto.
Claro, directo, sin vueltas.