Uno de los mayores déficit de la Argentina es el acceso a la vivienda propia. Desde el estallido de la crisis en el año 2001 y la devaluación de la moneda, los bancos han cerrado toda posibilidad para que un ciudadano de clase media o baja pueda acceder a un crédito hipotecario.

Durante los últimos años, el Gobierno nacional anunció una serie de líneas crediticias que en nada favorecieron el acceso a la vivienda para quienes más sufren: la clase media y la clase baja.
Ahora, se estudia en el Gobierno la posibilidad de lanzar un crédito para esos sectores de la población. Sería financiado por la ANSES y se instrumentaría a través del Banco Nación o entidades privadas.