Vivir al límite en la Triple Frontera, por Sebastián Muzi

La reciente ganadora del Oscar Kathryn Bigelow, comunicó días atrás que su próximo rodaje será en la región compartida por argentinos, brasileños y paraguayos, famosa no sólo por el gran flujo comercial sino también las posibles conexiones con el terrorismo. 

Sin embargo, el anuncio quedó lejos de enorgullecer a la región por una producción hollywoodense: los gobiernos de los tres países se alzaron en contra de esta idea, argumentando que dañará la imagen y el turismo de la zona en todo el mundo. 

De hecho, Paraguay informó que no colaborará para que se realice esta película, que intenta mostrar la relevancia que adquirió por la presencia de células islámicas y el control de las agencias de seguridad. 

"No se tiene idea del perjuicio que nos traerá a todos el eventual rodaje" dijo Liz Cramer, directora de Turismo de Asunción. “Sería estúpido apoyarla porque es como que te vengan a acusar de que sos lo peor del mundo y encima los apoyes por dos pesos con 20. Nos van a mostrar como la basura más grande del planeta” agregó enfurecida. 

En el mismo sentido, su par en Buenos Aires, Enrique Meyer, se mostró indignado por el proyecto porque ¨demoniza¨ la zona compartida, mientras que la presidenta de la Cámara Argentina de Turismo, Patricia Durán, sumó su rechazo y sostuvo que "la influencia a nivel mundial de una película de estas dimensiones sería una promoción nefasta, muy negativa". 

Tierra de nadie

Así sería la traducción del filme, donde, según Bigelow, confluyen desde bandas de narcotraficantes hasta contrabandistas y fundamentalistas islámicos. 
Lo cierto es que para los Servicios de Inteligencia de EE.UU. esta zona no es preocupante por el comercio ilegal sino por las conexiones que ha tenido en el pasado y la actividad de la Comunidad Arabe en la actualidad.  

Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, un alto funcionario norteamericano llegó a proponer atacar a la Triple Frontera argumentando que el grupo terrorista Al Qaeda tenía vínculos con radicales islámicos de esta región. 

La idea, disparatada por estas latitudes, fue tan seria que llegó a los oídos del ex presidente George Bush, quien a sabiendas de otros informes (de la CIA, la SIDE y la inteligencia brasileña) desechó la posibilidad. 

Para la Secretaría de Inteligencia del Estado no existe ninguna actividad de células dormidas, aunque reconoce que hay un comercio ilegal y movimiento de dinero hacia el Líbano o Palestina. 

En Foz de Iguazú hay una inmensa comunidad árabe, mayoritariamente libaneses y de origen chiíta. Para ellos, Hamas y Hezbollah son partidos legales y parlamentarios (algo opuesto a lo que piensa Occidente) y las remesas pueden ser enviadas debido a su solidaridad con lo que ocurre en Medio Oriente. 
Sin embargo, tanto para las policías nacionales como INTERPOL o las agencias de inteligencia, es imposible comprobar si ese excedente de dinero es utilizado para fines sociales o terroristas. 

Controles

Hasta hace unos años, argentinos, paraguayos y brasileños podían circular entre Foz de Iguazú y Ciudad del Este sin necesidad de exhibir ningún documento, y los controles por contrabando eran exitosos en apenas el 10% de los cargamentos. 

Quizás como parte de la estrategia para limpiar la imagen de la zona, o tal vez como una medida disuasiva  ante cualquier intención militar de los Estados Unidos, Brasil anunció la semana pasada que invertirá 55 millones de reales por año para combatir delitos como contrabando de armas, narcotráfico y trata de personas.  
Paraguay implementó también una rigurosa vigilancia sobre los ¨mototaxistas¨ que transportan pasajeros y mercadería de un lado a otro. La Argentina, en tanto, apoya sobre la prefectura gran parte de la responsabilidad de controlar el paso de contrabandistas y narcotraficantes por el Río Paraná. 

Pese a ello, en estos 2.500 km2 de territorio compartido existen pistas concretas que de una manera u otra, células terroristas trabajan en la zona.  
Los investigadores de la explosión en la sede de la Amia siguieron la pista de que en Ciudad del Este podría haberse planificado el atentado, ya que se registraron llamadas a El Líbano, Nueva York, Berlín y San Pablo y,  dos horas antes del estallido, desde el aeropuerto de Ezeiza. 

Tiempo después, Cecilia Cubas Gusinky, hija del ex presidente de Paraguay, Raúl Cubas, fue secuestrada por miembros de las FARC que se habían asentado en la zona, mercenarios que también operan el negocio de la Cocaína con vuelos desde Colombia. 

Pero los hechos no siempre se pueden generalizar y sí pueden dar paso a la teoría: Hace años que el Pentágono ha puesto el ojo en la triple frontera con el objetivo de llegar al Acuífero Guaraní, una de las reservas de agua dulce más grandes del mundo. 

La acusación de presencia terrorista y el pedido para establecer una base con militares de su país alimentaron la sospecha que los norteamericanos planean para un futuro de sequía la apropiación de la fuente que puede dar de beber al mundo. 

Kathryn Bigelow deberá decidir entre demostrar la peligrosidad de la zona o hacer una cinta promocional, algo que también suena como irreal. Tal vez, la Triple Frontera no sea el infierno del mundo, pero si no es ¨Vivir al limite¨, ¿Qué es?

 
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