El terremoto de Haití fue una de las grandes catástrofes de la historia, en que se sufrió la pérdida de miles de personas a causa de un terremoto a gran escala. A las pocas semanas, un sismo en Chile 50 veces más potente se origina en el mar y llega alas tierras chilenas y algunas provincias argentinas, con más de 700 muertos. Inmediatamente, se lanzó un alerta de tsunami en todas las costas del mundo que den al Pacífico, desde Canadá hasta Australia.
Cuando surgen estos fenómenos naturales uno entiende que algunos son eventos relacionados únicamente con la naturaleza y el movimiento de las placas tectónicas. Sin embargo, muy pocos no dejan de pensar en qué relaciones tienen estos fenónemos con el cambio climático o, pero aún, con las promocionadas y difundidas predicciones de los Mayas acerca del fin del mundo en el año 2012,
Como sea, ya se ha instalado la idea en el mundo -sus ciudadanos, no sus gobernantes- de que la contaminación del planeta ya es un hecho, pese a que en este caso no se relacione. Y esos mismos fenómenos también son argumentos sólidos para quienes creen que el mundo se acabará en 2 años.
No hay dato ni tendencia científica que pueda sospechar del final del planeta con día, mes y año, pero si hay pruebas y hechos suficientes como para hacer un esfuerzo y entender que algo en el mundo, anda mal. ¿La naturaleza, la contaminación, el cambio climática, una era que finaliza? Lo que sea, el miedo de a poco se instala entre la gente y como se vio en los medios ante todo el mundo, lo único que impera es el caos, el desorden y los saqueos.
Una alerta importante: el caos social.
