Justicia: Se terminan las corridas de toros en Cataluña


Con un cartel que los taurinos consideran "de lujo", este domingo cierra la Monumental de Barcelona, antes de que entre en vigor la prohibición del espectáculo, en enero de 2012. Algunos celebran, pero otros juran defender la "fiesta nacional".


"Afirmo de la manera más taxativa que no puede comprender bien la Historia de España, desde 1650 hasta hoy, quien no se haya cimentado con rigorosa construcción la historia de las corridas de toros en el sentido estricto del término".

La sentencia es del filósofo José Ortega y Gasset y ha sido utilizada con frecuencia por los defensores de las corridas de toros para argumentar que el sacrificio de las reses en la plaza es parte de la cultura de este país.

El problema es que esa defensa habla de "cultura" y de "país" dos criterios polémicos como ningún otro en Cataluña, especialmente en lo que se refiere a su relación con el resto de España.

Comenzando por la cultura, los llamados anti-taurinos lo refutan con un eslogan en verso: "la tortura no es cultura", en relación a los castigos que se le infligen al animal antes de la estocada final, en medio de la música y el aplauso del público.

Los carteles promocionales de la corrida, diseñados por el pintor Miquel Barceló, ya son artículos de colección.

Lo de país genera aún más urticaria y a un colectivo más grande de personas que los amantes de los animales. Para muchos catalanes decir país es una referencia a Cataluña, no a España, de la cual no se sienten parte.
Un hecho histórico

Lo cierto es que la corrida de este domingo, con José Tomás como la estrella principal, acompañado de Juan Mora y Serafín Marín, será la última antes de que entre en vigencia en enero la prohibición aprobada por el parlamento autonómico en julio de 2010.

El acontecimiento es considerado histórico por todos los involucrados. Para los defensores de las corridas se trata de un triste triunfo de los sentimientos anti-españoles en Cataluña. Para los promotores de la iniciativa, es un éxito sin precedentes.

Este hecho histórico ha generado algunas situaciones curiosas, como un lleno total por primera vez en muchos años de la Monumental y que los carteles promocionales de la corrida, diseñados por el pintor Miquel Barceló, ya sean artículos de colección.

También será la última vez que se concentren los anti-taurinos en las afueras de la Monumental a corear sus consignas. Para este domingo convocaron a quienes quieran acompañarlos a celebrar la prohibición.

Lamentan, sin embargo, que en Cataluña se seguirán celebrando los llamados correbous, una tradición en la que también se maltrata a los toros y que, a pesar de la prohibición catalana, miles de reses seguirán muriendo en fiestas populares en el resto de España.

¿Es la última?

Existen dos iniciativas, ante los tribunales y el parlamento, para que se sigan celebrando corridas de toros. Aunque la de este domingo es la última corrida programa antes de que entre en vigor la prohibición, todavía quedan asuntos que resolver en torno al tema de los toros en Cataluña.

Uno de ellos es qué hacer con los 10.000 metros cuadrados que ocupa la Monumental en una ubicación muy privilegiada en Barcelona. Las propuestas van desde hacer una mezquita hasta levantar un centro comercial, como ya se hizo con otra plaza de toros en la ciudad.

Pero ninguno de esos planes se va a llevar a la práctica hasta que se resuelvan las exigencias del propietario de la plaza, que reclama una indemnización millonaria por las pérdidas que representa para él la prohibición. También quedan pendientes dos iniciativas legales. Una es una demanda ante los tribunales del centroderechista Partido Popular en la que cuestiona que el parlamento autonómico de Cataluña tenga autoridad para prohibir las corridas de toros.

La otra es una iniciativa legislativa popular (una ley propuesta por los ciudadanos) para que el Congreso de los Diputados salve las actividades taurinas en Cataluña. Para lograrlo, deben entregar medio millón de firmas en noviembre de este año.

 
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