Hay postales de todo tipo. Las hay para enamorados, para paisajes, para retratar viajes y recuerdos a familiares lejanos. Pero también hay postales del terror, que describen un momento que nadie quiere protagonizar, ver, sentir u oler, y todas ocurren en la Argentina.
Postal 1. Un hombre ingresa al Hospital Santojanni herido tras un confuso episodio. Mientras aguardaba en la Guardia, ingresa otra persona y acusándolo de robo, lo apuñala delante de todos, de las cámaras de seguridad y se retira.
Postal 2. Una familia viajaba por la ruta, sin mayores preocupaciones hasta que un camionero alcoholizado se cruzó de carril y embistió de frente al coche de la familia. El padre resultó muerto y el niño de 11 años también. El nene hace un año había sido trasplantado del corazón, y vivía una nueva vida. La madre se salvó, y el conductor del camión salió ileso.
Postal 3. Un total de doce personas murieron al chocar la combi en la que viajaban contra un camión en forma frontal. En el velorio, un familiar se desmayó y murió camino al hospital. Y todo un pueblo lloró la tragedia.
Ninguna postal puede ser más terrorífica e impactante que la otra. Muchos sueñan todavía con otras postales pero parece que esas postales, hoy en día, son pura pesadillas, y bien reales.