Nada parece detener los planes del líder libio Muhamad Kadafi, quien pese a estar totalmente dominado por las fuerzas aliadas no abandona el hostigamiento contra su propia población. Más allá de la controversia sobre si corresponde o no la intrusión militar, cuarenta naciones se unieron para exigir la pacificación en Libia.
Además, aclararon que Kadafi ya carece de poder institución y de toda legitimidad, con lo cual una vez finalizado el conflicto deberá rendir cuentas ante los tribunales internacionales. Asimismo, remarcaron que la avanzada occidental no cederá hasta lograr la dimisión del líder libio, que hasta hace unas horas se dudaba sobre su continuidad y recientemente confirmó sus acciones.
Sin embargo, el dato llamativo es la idea de los Estados Unidos y las naciones europeas, que proponen asistir a los rebeldes con armamento para que resistan los ataques de Kadafi y lo derroquen. Es decir, lo que no pueden lograr desde afuera, sumarán guerra y muertes desde adentro.
Así, el conflicto en Libia crecerá en víctimas. Insurgentes de un lado, militares del otro y aliados a la espera.
