Chile, por caso, logró escapar a los modelos de Uruguay, Paraguay, Bolivia o Colombia. El país trasandino logró una estabilidad y regularidad en base al cuidado de un modelo de país que le permitió diferenciarse del resto.
Pero Brasil supera todo tipo de expectativas. En dos gestiones presidenciales de Luis Inacio Lula da Silva, el país logró un avance pocas veces visto en la era moderna. Creció políticamente, social y económicamente. Redujo la pobreza, implementó planes para los más pobres, subió el nivel de vida, se posicionó en el mundo y, si nada falla, en 20 años podría ser una de las tres economías más poderosas del globo.
Si alguien necesita de un ejemplo a seguir. Pues ya no se debe buscar más. Aquí lo tienen.