Antes de la crisis financiera internacional, la mayor compañía automotriz del mundo era General Motors, emblema estadounidense en la industria global. Luego de la crisis, y casi con la desaparición de GM, la japonesa Toyota ocupó su lugar. Sin embargo, desde ese momento se potenciaron los problemas. A medida que las ventas subían, se acumulaban las denuncias por fallas en sus modelos.
Hoy, Estados Unidos investiga 89 casos fatales por fallas en el sistema de frenos y en el sistema de aceleración incontrolada. Los 89 casos fatales corresponden a la década que comenzó en el año 200 hasta fines de la década.