Un vuelo de Aerolíneas Argentinas debía volver de Jujuy a Buenos Aires, uno más de los tantos vuelos de la aerolínea. Sin embargo, ocurrió lo inesperado o, mejor dicho, lo insólito. A continuación, van a conocer cómo una empresa es capaz de desviar un vuelo ya pactado hacia otra provincia para cargar... a dos políticos.
Era una calurosa tarde en el aeropuerto de Jujuy, la provincia más noroccidental de Argentina. El termómetro marcaba los 41°C, y no teníamos aire acondicionado en la terminal. No es ninguna sorpresa que queríamos salir de ahí lo más pronto posible.
Estábamos esperando, tiquete en mano, el vuelo 2454 de la recién estatizada Aerolíneas Argentinas con rumbo a Buenos Aires, cuando de pronto por los portavoces se informó que necesitaban 5 voluntarios que no viajaran en dicho vuelo y se apuntaran para el próximo al día siguiente. ¿La razón? No era sobreventa, puesto que ya todos los asientos estaban asignados, sino que debido al calor, necesitaban un avión con menos peso. Además, anunciaron una “escala técnica” en Córdoba para reabastecer combustible, también por el calor.
Como era de esperarse, nadie se ofreció. No solo era el calor sofocante, sino que el próximo vuelo era hasta el día siguiente. Además, ya cada uno estaba con un asiento asignado. ¿Por qué entregarlo así de fácil? La situación se volvió tensa. El representante de Aerolíneas lo puso así de fácil: “Hasta que no aparezcan 5 voluntarios no salimos”. Finalmente cuatro empleados de una compañía aceptaron no abordar siempre y cuando Aerolíneas les diera una carta para su empresa explicando el porqué iban a perder un día de trabajo. Pero faltaba una persona más. “El QNH no da si una persona más no se ofrece”, decía el representante de la aerolínea. ¿QNH? ¿Qué será eso? La gente reclamaba, algunos preocupados porque íbamos a perder nuestros vuelos en Buenos Aires. El calor asfixiaba, la cosa se ponía caótica. Finalmente, luego de ser rodeado por tres empleados de Aerolíneas, un pasajero decidío ofrecerse. Todo el mundo empezó a aplaudir. Algunos cantaron “Argentina, Argentina”.
Las dudas quedaban en el ambiente: Esas temperaturas son comunes en Jujuy en estas épocas del año. ¿Por qué no previeron y limitaron desde un inicio la cantidad de pasajeros si el “QNH” no daba? ¿Consume más combustible un avión si hace calor? Sin embargo, ya íbamos en camino que era lo que importaba.
Hicimos la “escala técnica” en Córboba, cuando algo curioso sucedió: Un grupo de hombres bien vestidos empezó a abordar el avión. Si el “QNH” estaba comprometido y por eso tuvimos que bajar a 5 personas, ¿qué hacen estos tipos abordando? ¿No es que teníamos sobrepeso? La paciencia se agotó. Como pólvora circuló el rumor entre los pasajeros de que los que abordaban eran políticos afines al gobierno que venían de un mintín en Córdoba y necesitaban regresar a Buenos Aires esa tarde. Lo del calor, QNH, sobrepeso, “escala técnica” y demás había sido todo un cuentazo para pasar a recogerlos a Córdoba.Y llegó la insurrección. Los pasajeros se fueron al frente de la nave para impedir el abordo de los “colados”. La tripulación amenazó con llamar a la Policía Aeronáutica si los ánimos no se calmaban, pero no había manera. La gente estaba furiosa. Y pudieron: Los “colados” se vieron forzados a bajar y el avión despegó rumbo a Buenos Aires sin los inesperados pasajeros.
¿Quiénes eran? “Habrá sido unos mecánicos que regresaban a Buenos Aires”, dijo uno de los asistentes del vuelo. Difícilmente por la manera en que iban vestidos. Además, ¿qué pasó con aquello del sobrepeso y el QNH? Desde que Aerolíneas Argentinas fue nacionalizada por el gobierno de Cristina Fernández hace más de un año, se han presentado todo tipo de abusos por parte de políticos y sindicalistas. La impaciencia estaba a flor de piel, y había buenas razones para sospechar que los “colados” eran políticos o sindicalistas que manipularon el sistema para llegar a Buenos Aires ese día.
No contaban con la insurrección de los pasajeros. ¿Habrá un equivalente nacional en el 2011 con el matrimonio Kirchner? Cuidado y no son los próximos en verse obligados a bajarse del avión.
Vía Libremente
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