El problema fue que en sus registros habituales en Ground Zero y en distintas zonas relacionadas al atentado, vio cosas que nunca debería haber visto. A partir de allí comenzó una increíble y trágica persecusión, amenazas y torturas del Gobierno de los Estados Unidos para que no publique los documentos visuales, no hable y, finalmente, sea encarcelado y exiliado a otro país. Ese país es Argentina.
Estando en Estados Unidos, Kurt fue acusado por los servicios secretos norteamericanos del asesinato de su esposa -que se suicidó por cuadros depresivos- y fue despojado de todo bien patrimonial. Finalmente, lo deportaron a la Argentina. Aquí, intentó llevar una vida relativamente normal. Comenzó a ofrecer sus servicios como productor y documentalista a distintas productoras, hasta que una le propuso contar su historia. Casi instantáneamente -y comprobando que estaba siendo vigilado y monitoreado desde su país- ingresó a la Argentina un pedido de detención y encarcelamiento desde Interpol. Kurt, así, estuvo meses detenido en Devoto.
Luego, sin causa alguna, salió en libertad. Hoy vive de su profesión, sigue en libertad hasta tanto no intente comunicar su historia a los medios de comunicación. A través de su libro El Perseguido, de Editorial Planeta, y de su blog www.elperseguido.wordpress.com, intenta mostrar al mundo la trama oculta de cómo un país ayudó a crear el mayor atentado terrorista y no terrorista de la historia.
