En 2009, una banda de alrededor de nueve integrantes -entre ellos habría estado el padre de la nena, Alfredo Rodríguez-, secuestraba personas vinculadas al narotráfico, y un día decidieron secuestrar al hijo de un poderoso narco del oeste del Conurbano. El dinero fue pagado finalmente, pero el narco juró venganza contra estos nueve hombres: "Ojo porojo, hijo por hijo", fue su mensaje.
Pese a que el crimen de Candela Rodríguez tiene aún muchos cabos sueltos e inconectables, a medida que avanza la causa se puede determinar que la venganza narco y el entorno familiar de la pequeña de 11 años son las claves para armar lo que hasta el momento parece ser un difícil rompecabezas.
De acuerdo con un investigación que hizo la agencia Noticias Argentinas, para entender este aberrante asesinato hay que remontarse a por lo menos dos años atrás.
En 2009, una banda de alrededor de nueve integrantes -entre ellos habría estado el padre de la nena, Alfredo Rodríguez-, secuestraba personas vinculadas al narotráfico, y un día decidieron secuestrar al hijo de un poderoso narco del oeste del Conurbano, a quien le pidieron una fuerte suma de dinero por su liberación.
El dinero fue pagado finalmente, pero el narco juró venganza contra estos nueve hombres: "Ojo porojo, hijo por hijo", fue su mensaje.
De hecho, Candela apareció asesinada a metros de donde habían liberado al hijo de este poderoso narco, que en los años noventa tuvo estrecha relación con los carteles colombianos.
Asimismo, la deuda que le reclamarían a Alfredo Rodríguez sería el equivalente a la plata que tuvo que pagar este sujeto para que liberaran a su hijo.
Pero a esta situación también se le suma otro hecho aberrante vinculado al entorno familiar de la pequeña, en la que aparece el narcotráfico como eje principal y en el que hay denuncias por graves delitos ocurridos también en esa época, cuando la nena tenía 9 años.
Esos episodios generaron un odio con ánimo de venganza hacia Carola Labrador y su esposo.
El 8 de julio pasado secuestraron a la tía política de Candela, María Alejandra Romagnoli, quien estuvo casada con el hermano de Carola Labrador, y a Antonio Américo Gómez, alias "Pitimeco", un primo de los Labrador.
A ambos los tomaron cautivos en el complejo deportivo cercano a la villa Korea del partido de San Martín, donde la mamá de la nena atendía el buffet.
Romagnoli y Gómez fueron liberados un día después a la noche tras el pago de 30 mil pesos. Se sospechó que Carola había sido la entregadora y que el padre de Candela, desde la cárcel, pudo estar involucrado, pero las "víctimas" lo negaron, aunque en el aire quedó flotando esa vinculación.
Una fuente dijo hace unas semanas a NA "guarda, porque acá todo tiene qe ver con todo" y si bien estos dos hechos son dos causas distintas pueden llegar a unirse en algún momento.
El poderoso narco habría llevado a cabo su venganza y en el medio dos de sus laderos, con problemas contra la familia de Candela, se sumaron al secuestro, detalla Canal 26.
Las pericias determinaron que la nena no fue llevada por la fuerza, por lo que señalaron que eran conocidos de ella y por eso se subió al vehículo.
Esta hipótesis es muy firme y de hecho la persona que se la llevó era muy conocida de ella y de la familia, por lo que no sintió temor.
¿Cuál era el plan una vez que secuestraron a Candela?
Si bien pudo ocurrir que la idea era matarla de entrada, los investigadores no descartan que otro de los objetivos pudo ser el de prostituir a la nena entregándola a una red de pedófilos, manejada por ellos mismos.
De ahí que surge que la pequeña fue abusada sexualmente, aunque se desconoce si fue uno o varios sujetos los que llevaron adelante ese aberrante delito.
Ese es un tema que los investigadores analizan por este entonces.
¿Los detenidos están vinculados o son sólo "perejiles"?
Además de las de hoy, la Policía y la Justicia llevaron adelante nueve detenciones -tres ya fueron liberados-, pero creen que cada uno pudo haber tenido alguna relación directa indirecta con el secuestro.
De hecho, una fuente consultada por NA aseguró que es "probable que hayan colaborado teniendo, alimentando o trasladando a la nena cautiva por el pago de algún dinero que le servía económicamente".
En el caso de Hugo Elvio Bermúdez, de 53 años, los vecinos aseguraron por lo bajo a NA que es un hombre "vinculado al narcotráfico y de comportamiento oscuro".
Este sospechoso fue apresado por la declaración de un testigo encubierto que remarcó que Bermúdez le tenía bronca a los padres de Candela "por algo que ocurrió hace tiempo y relacionado con manejos turbios".
De hecho para los investigadores podría ser uno de los vinculados directamente al crimen de la nena.
Mientras tanto, la Policía encuentra como principal dificultad el "silencio" de la familia de Candela y eso atrasa la investigación.
Pero un jefe policial dijo a NA: "Si la familia no habla tardaremos más tiempo, pero estamos seguros que vamos a atrapar a todos los culpables y se hará Justicia por ella".
