Son muchas las películas que hemos visto donde se debatían el bien y el mal en una guerra que, casi inevitablemente tenía un ganador: quienes hacían las cosas bien. En Argentina, la política forma parte, generalmente, del mal, y del otro lado, la Justicia, sería el bien.
Pues entonces, luego del trabalenguas, tanto el mal como la Justicia se unieron para recordar a quienes lo han olvidado que la suma de poder es condición única para ser impune. Sólo así se explica que el ex presidente Menem, acusado de innumerables actos de corrupción, haya sido absuelto de todo cargo en su contra respecto de la causa por la venta de armas a Croacia y Ecuador.
Incluso, el ex asesor presidencial, Emir Yoma, el ex ministro de Defensa, Oscar Camilión, y el supuesto vendedor de armas Diego Palleros también quedaron en libertad. El Tribunal Oral en lo Penal Económico 3 resolvió absolver al ex presidente Carlos Menem y los otros 17 acusados en el juicio por el tráfico de armas a Croacia y Ecuador en la década del 90, en la causa iniciada en 2008 y por la que pasaron 383 testigos.
El ex mandatario había sido imputado por la venta de 6500 toneladas de armas y municiones entre 1991 y 1995 con destinos declarados a Venezuela y Panamá, pero enviados a Croacia y Ecuador, países que permanecían con conflictos bélicos por problemas limítrofes. Por su parte, la Aduana, que actuaba como querellante, había pedido para el ex mandatario una pena de cinco años.
No hace falta ser juez ni adivino. Menem fue uno de los funcionarios más corruptos de la historia, pero descansará tranquilamente hasta que la Justicia divina sí imparta el bien sobre el mal.
