La mayoría de las víctimas recibieron impactos de bala en la cabeza y en el torax, y casi todas tenían entre 12 y 16 años de edad. Al parecer, el joven de 24 años tenía todo premeditado pues dejó una carta donde aseguraba que tenia Sida.
La presidenta de Brasil Dilma Rousseff lloró al conocer la noticia que causó conmoción mundial. En Brasil, como en Latinoamérica, son hechos muy inusuales, a diferencia de los Estados Unidos donde este tipo de matanzas se repiten frecuentemente.