Al parecer, en los momentos previos a las fiestas de Nochebuena y Navidad, la paz se encuentra muy lejos de la Ciudad de Buenos Aires, donde en las últimas semanas sólo se habló de violencia y represión. Ahora, el conflicto es en la Estación Constitución mediante un conocido y viejo reclamo.
Un pequeño grupo de trabajadores cortaron las vías del tren a la altura de la estación Avellaneda. Ese corte provocó la interrupción del servicio y en el horario pico donde miles de trabajadores retornarían a sus casas. Al encontrarse cerrada la estación, los miles de personas estallaron en violencia contra todo y contra todos.
Sin embargo, ante cada conflicto surgen nuevas ideas, y la más brillante del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires es profundizar su enfrentamiento con la Nación. Luego de los incidentes en Córdoba, remarcó que "El Estado nacional está ausente de todo y no soluciona las crisis".
La principal respuestas es lógica: ¿Y por casa cómo andamos?
Vale recordar, entonces, que el Gobierno de la Ciudad hasta el momento no logró resolver los confictos y necesidades habitacionales. Lo importante es solucionar la gravedad de la situación habitacional y luego confrontar con el Gobierno.