La misma postal del mismo viaje, otra vez. ante el mundo. Tal como ocurrió con Grecia, con Italia, con las naciones sudamericanas o con Estados Unidos, ahora son los irlandeses salieron a las calles en repudio al plan de ajuste impuesto por el Gobierno para evitar una crisis mayor.
Básicamente, el escenario es el mismo: para no declararse como un país en quiebra, debió recurrir al Fondo Monetario Internacional y a la Unión Europea para recibir 85 mil millones de euros, pero a cambio, claro, se deberán ajustar algunos números que afectarán, en mayor medida, a los propios irlandeses.
Desde ahora, cuando se concrete el salvataje financiero, Irlanda pasará a integrar el extenso listado de naciones en deuda, por muchos años, con los mercados financieros internacionales.