Semanas atrás, desde Colombia denunciaron que Chávez brindaba territorio y recursos a la guerrilla de las FARC. Ante esto, Venezuela cortó relaciones y cerró su embajada. Ambos países amenazaron con un posible enfrentamiento bélico que, incluso, motivó la movilización de tropas a las fronteras.
Por el momento, se abre un paréntesis de diplomacia. Es, por demás, la vía correcta.