Y allí surgen las verdaderas identidades. Como una Elisa Carrió que quiere quedar bien con el Dios y con el Diablo, asegurando que no está a favor ni en contra. O los senadores opositores al Gobierno que, en general, plantean una Unión Civil pero no el casamiento tal como existe actualmente y que sigue siendo una forma de establecer diferencias. En medio del debate, intercedió la Iglesia con una posición feroz, desafiando a quienes desafían la voluntad de ¿Dios?
Lo cierto es que la votación se define el miércoles y por el momento no hay nada definido. Parecería insólito, pero mientras el mundo avanza hacia sociedades libres y pluralistas, todavía existen pensamientos arcaicos al servicio de ideologías eclesiásticas.