Aunque parezca increíble, el Río de la Plata sobre las orillas de la Costanera fue un río limpio, bello, fresco y suficientemente grande para recibir a todos los porteños que 80 años atrás disfrutaban de las playas del río al borde de la Ciudad de Buenos Aires. La gente, el casco antiguo, la Plaza de Mayo, el Hipódromo... así era la Argentina en el año 1932, muy poco después del famoso crack del '30.