Luego de muchos años de conflicto, la Día D parecía ser ayer, cuando La Corte Internacional de La Haya decidiera sobre quién tenía razón: o Uruguay en defender a Botnia o Argentina en intentar erradicarla. Lo cierto es que como en un intento de besar la mejilla de Dios y del Diablo, los curiosos jueces internacionales decidieron que Uruguay "se equivocó en no respetar el Tratado del Río Uruguay" pero Argentina "no tiene elementos para probar la contaminación de Botnia".
Por ello, todo continúa como desde noviembre de 2006, tiempos en que los asambleístas de Gualeguaychú decidieron cortar la ruta y el puente de acceso al país vecino. Hasta hoy, el corte se mantiene, y desde mañana, pese al fallo de La Haya, las medidas de protesta continuarán.
Como se ve, la solución no existe.
Lo único que existe es una población entrerriana que acostumbrada a un paisaje natural y agreste, ahora goza con una gigantesca pintura que reproduce una enorme mole gris que despide humo y acecha con sus olores.