Sólo algunas cuestiones pueden pasar en la Argentina, que seguramente es imposible que se repliquen en algún lugar del mundo, salvo países hundidos por la corrupción. Pero para quien no ha observado el pequeño detalle, realmente se trata de una paradoja e increíble situación.
Por un lado, el Gobierno ha hecho y continúa haciendo una gran campaña para intentar convencer ¿a quién? de que los precios no han aumentado tanto como se informa en los medios. Por eso, el INDEC brinda estadísticas con subas e índices hasta 5 veces menos que las estimadas por los economistas y especialistas privados. Y uno de esos defensores es el fiel aliado Hugo Moyano, secretario general de la CGT.
Y en el marco de las fuertes subas en todos los sectores del país -léase precios, alimentos, tarifas, transporte, etc- comienzan las paritarias, en las que Hugo Moyano debe sentarse a negociar los nuevos pisos salariales. ¿Y qué ocurrió? Y, sí, lo que nadie podía pensar: Se atajó y aseguró que "nadie puede negar la inflación, por lo cual los pisos salariales en discusión serán altos".
Entonces, queda por pensar lo siguiente: para el Gobierno, los precios han aumentado "algo". Para el Indec, "casi nada", pero a la hora de negociar, hasta el más oficialista como Moyano parece entender que la inflación no es la que él defendía.