La inseguridad crece tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en la provincia, con robos cometidos por menores y cada vez más violentos. Sea sensación o no, los medios reiteran hasta el hartazgo la noticia, aunque al mismo tiempo se suma un nuevo asesinato. Los culpables -señalados a dedo por gran parte de la sociedad- son los delincuentes que matan sin previo aviso. Sin embargo, existe una amenaza mayor: la Policía Bonaerense.
Hace horas, el ministro de Seguridad bonaerense Carlos Stornelli presentó una denuncia penal porque, dijo, sospecha que los tres asesinatos de mujeres perpetrados en las últimas semanas en la Provincia fueron instigados por policías en actividad, retirados o exonerados.
Se sabe que gran parte de la delincuencia, además de la miseria y la desigualdad, proviene de los aparatos policiales o ex policias. Ahora, la amenaza es por partida doble y, para peor, denunciada por la propia Gobernación de Buenos Aires.
