Con un sismo de 8,9 grados en la Escala de Richter, varias ciudades japonesas, incluida su capital, Tokio, han sufrido hoy las consecuencias de un devastador terremoto y un posterior Tsunami, que han arrasado autos, casas, barcos y aviones estacionados en los aeropuertos.
Oficialmente se habla de más de 300 muertos, aunque la cifra puede aumentar significativamente debido a que se calculan en más de 100.000 los desaparecidos, particularmente de los habitantes de la ciudad de Sendai, donde ocurrió el epicentro del movimiento telúrico.
Si bien Japón es uno de los países más preparados del mundo para este tipo de catástrofes, la profundidad del sismo fue de tan sólo 24 km, lo cual incrementa las posibilidades de ocasionar daños materiales o víctimas fatales.
De hecho, el tsunami –provocado por un terremoto dentro del mar- generó olas de más de 10 metros de altura y con una velocidad de hasta 800 km por hora, lo que conlleva una carga de energía monumental y con un poder destructivo enorme.
Los datos estadísticos afirman que éste es el peor terremoto de la historia del país, superando al de 1923, que tuvo una magnitud de 7,9º y 140 mil muertos, y ligeramente superior al registrado en Chile en 2010.
Hasta el momento hay 4 millones de hogares sin electricidad, producto de que la mayoría de los reactores nucleares han sido cerrados por temor a fugas radiactivas. Inclusive, la Central de Kanagawa explotó y está siendo consumida por el fuego, aunque las autoridades han asegurado que lograron proteger su recinto.
Según las estimaciones, el 30% de la energía japonesa proviene de las 54 estaciones nucleares que existen en el país, aunque 19 de ellas ya han sido clausuradas.
Además, cientos de refinerías han sido alcanzadas por la marea y ha provocado incendios en muchas de ellas, lo que generó una alarma mundial porque Japón es el 2º consumidor mundial de petróleo.
Debido a ello, las Bolsas de todo el planeta han reducido sus índices bursátiles y se cree que puede generar una nueva crisis del crudo, ya que si bien las revueltas árabes hicieron subir su precio, esta catástrofe lo hizo bajar.
Por otra parte, la presidenta Cristina Fernández ha enviado una carta a su par japonés, Naoto Kan, para expresarle su apoyo y ofrecer la ayuda argentina en caso de ser solicitada.
"Japón ha sido generoso en la ayuda a otros pueblos que han sufrido por guerras o catástrofes desde terremotos hasta hambrunas y no tenga dudas que tanto nuestro país como el resto del mundo estará junto a usted y su pueblo en estas horas aciagas", afirmó la jefa del Estado, quien afirmó que ya ha instruido a la Cancillería para que los Cascos Blancos comiencen a cooperar con quienes se encuentran socorriendo a las víctimas.
En tanto, esta zona del pacífico no es la única afectada por el movimiento sísmico sino que también ha llegado a naciones tan distantes como Chile, Honduras y la isla de Hawai, mientras que la alerta por nuevos tsunamis persiste en todos los países que tienen costas sobre el océano Pacífico.
También el presidente estadounidense, Barack Obama, ordenó evacuar algunas zonas de su país por precaución, y ratificó hace minutos en conferencia de prensa que brindará a Japón toda la ayuda necesaria.